Vinculada al mundo del caballo desde pequeña, Teresa Ortiz Carpintero es protagonista en una de las especialidades más estéticas del ámbito ecuestre. Esta jinete hispalense de 25 años acaba de revalidar el título de campeona de Andalucía de Doma Clásica, dejando al que es su entrenador en el segundo cajón del podium. Tan trasparente como sus ojos, Teresa desvela sus próximos desafíos y la relación que mantiene con su caballo, Cea Zorro, con el que lleva siete años compitiendo y consiguiendo éxitos. En un alarde de ambición, cree que ha llegado el momento de dar el salto y participar en la prueba del Gran Premio, como trampolín a futuras cotas mayores, entre las que se encuentra participar dentro de tres años en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
- Ha revalidado el Campeonato de Andalucía de Doma Clásica, ¿cómo se siente?- La verdad es que todavía estoy en una nube, pero siento satisfacción por todas las felicitaciones y una se siente orgullosa cuando la gente reconoce tu trabajo. Es algo fundamental.
- ¿Se lo esperaba?- Siempre luchas por conseguir el triunfo, porque para eso estamos en la competición, pero nunca sabes si podrás lograrlo. Tras un trabajo constante y continuo siempre llegas con las máximas expectativas y toda la ilusión, pero influyen muchos factores y nunca se puede dar por sentado que vas a ganar.
- Terminó por delante de su entrenador. ¿Se puede decir que el discípulo venció al maestro?- (Risas) Un poco sí, pero las cosas no son del todo así. Cada jinete tiene su propio caballo y cada caballo tiene su propio jinete. Se trata de un juego de dos. No se puede decir que yo sea mejor que él o que él es mejor que yo. Sinceramente, no existe rivalidad. Cada uno sale a la pista con su caballo y nunca sabes cómo va a comportarse; cualquier cosa puede fallar.
- En esta edición se produjo un récord de participación en el Club Hípico de Córdoba, ¿qué tal las instalaciones y el trato?- Ya he competido allí varias veces desde hace algunos años y nos trataron muy bien, el recibimiento fue muy agradable, no hubo ningún problema y la gente acabó muy contenta con las instalaciones del complejo.
- ¿Y durante la competición, cómo se sintió?- Siempre hay pequeñas cosas con las que no te sientes cómoda porque no sólo estoy centrada en mi competición, también, como profesora, estoy pendiente de los alumnos. Y sufres por ellos si fallan. Es complicado mantener la concentración.
- En cuanto a lo personal, cuénteme, ¿por qué la Doma?- Dicen que la doma es para los jinetes que más paciencia tienen. Hay otros que eligen otras modalidades, que también son bonitas, porque el mundo del caballo lo es, pero la doma es una modalidad complicada y cuando crees que lo tienes todo conseguido, hay algo que falla. En el momento que fallan las cosas hay jinetes que se rinden y se marchan, y hay otros que seguimos ahí, avanzando. Yo siempre digo que el juego no se acaba hasta que tú no te sientes rendido.
- Entrena en una escuela ecuestre familiar, ¿verdad?- Sí, tenemos un centro de equitación donde yo soy la profesora, el técnico de doma clásica. También doy la equitación básica y ahora hemos abierto varios campos, como el salto de obstáculos, la equitación terapéutica y un ponyclub.
- ¿Le gusta la enseñanza?- Sí claro. Intento que lo que yo sé, lo sepan mis alumnos. Transmitirles lo que he aprendido. Es algo complicado, con algunos alumnos lo consigo y con otros cuesta más hacerlo.
- Ha ganado el Campeonato de Andalucía con su caballo, Cea Zorro. ¿Cómo es?- Es un caballo que compramos cuando tenía dos años y ahora ha cumplido nueve. Lleva compitiendo desde los cuatro años sin perder. Atesora un currículum muy importante porque para ir al campeonato de España hay que superar antes otras pruebas como campeonatos nacionales, y en el ochenta por ciento hemos ganado.
- Le echará muchas horas para conseguir eso...- Sin duda. Los entrenamientos son diarios y hay que saber llevar al caballo. Él también se cansa. Unos días tiene más ganas de trabajar, y otros menos. Hay que tener mucha sensibilidad para descubrir cuál es el día en el que puedes apretarle un poco más o cuándo ser más benévolo para que él también disfrute.
- El año pasado quedó subcampeona de España, ¿qué tal la experiencia?- Fue impresionante. Cuando quedé subcampeona con cinco años me sentí muy orgullosa de mi actuación y de mi caballo, pero lo del año pasado fue muy importante porque ya era una categoría muy fuerte. Cuando logras quedar tan alto en un campeonato sin creer que lo ibas a lograr, llegas al convencimiento de que todo el trabajo que hiciste antes fue el adecuado, pues te ha llevado al triunfo. Este año la competencia ha sido más fuerte y no he podido alcanzar esa posición, ya que todos los que quedaron por delante de mí eran jinetes olímpicos.
- ¿Cuál es su próximo objetivo?- El Gran Premio. Me veo preparada y más aún después de este triunfo en el Campeonato de Andalucía. Todo eso te da fuerzas e ilusión. Mis objetivos para el próximo año son a corto plazo, y ya en abril o en mayo espero debutar en el Gran Premio. Estoy convencida de que el caballo está óptimo para competir. Tan sólo tenemos que prepararnos para llegar a tope.
- ¿Tiene en mente la idea de participar en los Juegos Olímpicos?- Sí, claro que sí. Es una ilusión que nunca hay que perder. Hay que disfrutar del camino y si llega sería fantástico. Lo primero es demostrar que estás capacitada para participar en el Gran Premio. Una vez que estás ahí, después pueden llegar las participaciones en los campeonatos del mundo, en los europeos y, como culmen a una carrera, competir en los JJ.OO.