Sencilla, entusiasta y cargada de motivación,
María Pujol nos abre las puertas de su vida para saber un poquito más de aquella niña que siempre vio en su madre un ejemplo a seguir.
- ¿Quién es María Pujol?- Una chica deportista sevillana que se inició en el deporte muy temprano gracias a su familia. Poco a poco fue ocupando cada vez más sitio en mi vida, y decidí estudiar la carrera de Ciencias de la Actividad Física del Deporte. Estando en ella el triatlón pasó por mi vida. Mi primer entrenador me retó, me dijo que yo no era capaz de hacer un triatlón. Yo venía de un parón deportivo tras ocho años haciendo atletismo y donde conseguí premios importantes. Pero llegó la etapa de estudiar selectividad y lo tuve que dejar. Una vez que entré en la carrera hacía algo de deporte, pero no a nivel competitivo. Y con el reto de este chico volvió a nacer mi vena competitiva.
- Las personas que han dicho que no podía, ¿le han beneficiado o perjudicado?- A mí me han beneficiado, porque yo soy una persona de retos y que ante las adversidades se crece. Pero, soy consciente de que esa psicología no sirve para todo el mundo. Esas personas han sabido transmitirme un mensaje y han hecho que en mí naciera la iniciativa de competir o de hacer un deporte nuevo.
- ¿Quién ha sido siempre su referente?- Mi madre es el ejemplo a seguir. Yo no tengo ningún ídolo ni ningún deportista. Para mí era una heroína y una mujer pionera en el deporte sevillano. A día de hoy ella sigue siéndolo. Usa el deporte como vía de escape y eso me lo ha inculcado. Ella es mi mayor apoyo, tanto para lo bueno como para lo malo. Es muy exigente conmigo y es mi mayor fan.
- ¿En qué disciplina se siente mejor María Pujol?- Tengo un problema: casi todos los deportes me gustan y se me dan medianamente bien, con lo cual disfruto mucho y quiero dedicarme a ellos. Aunque, quizás, los que son muy técnicos y aquellos que no emplean el físico me cuestan más.
- Recuerda con especial nostalgia el Campeonato de Triatlón España sub 23. ¿Cuál ha sido su mayor logro?- Yo ese campeonato lo recuerdo porque fue el que me catapultó a poder dedicarme al triatlón, me abrió las puertas. Gracias a él mi vida cambió y pude dedicarme al triatlón de forma profesional y poder estar en la residencia Joaquín Blume, tener un entrenador y entrar en la Federación Española de Triatlón.
- ¿A qué se debe el cambio de distancia?- Cuando entras a pertenecer al entorno de la Federación, el objetivo principal es clasificarte y luchar por los Juegos Olímpicos. Al principio compites en distancias sprint, porque es la más asequible y al final saltas a la olímpica, ya que es la evolución natural. Durante esos cuatro años que estuve en la residencia Blume entrenaba por un objetivo: ser olímpica. En esa época era la distancia y era el camino a seguir.
- ¿Qué le supuso luchar por el sueño olímpico y no conseguirlo?- Me supuso muchas cosas, unas positivas y otras negativas. Pero de todo intento tener un balance positivo y de crecimiento. Aquella época en la que entrenaba día y noche me transmitió muchos valores y me ayudó a forjar mi carácter de quien soy ahora. Hubo momentos muy duros en los que quería tirar la toalla. Pero todos me sirvieron para saber quién soy y qué quiero. Evidentemente, me habría gustado ser olímpica, porque es el sueño de casi todo deportista. Pero, también saqué una conclusión: que las olimpiadas no lo son todo.
- ¿Se ha planteado volver a intentarlo?- No. Ahora mi situación es otra. Necesito trabajar porque yo me lo impongo. Soy una persona muy exigente conmigo misma y si me dedicara exclusivamente a entrenar creo que me faltaría algo y a la vez tendría mucha presión conmigo misma para obtener resultados para que me supusieran ingresos y poder vivir. Esa etapa ya acabó y elegí otro camino.
- ¿Del triatlón se puede vivir?- Sí, se puede vivir, pero también creo que es fundamental estar al máximo nivel. Javier Gómez Noya, Iván Raña, Mario Mola o Fernando Lara pueden vivir del triatlón, pero es bastante complejo, sobre todo, en España. Aunque no es un deporte minoritario, sí se considera un deporte minoritario por el número de horas que salimos en televisión, huecos que ocupa en prensa. No somos ni fútbol, ni baloncesto, ni tenis.
- ¿Cómo le ha ido la pretemporada y qué competiciones tiene en mente?- El 2017 se presenta muy ambicioso. Ya estamos destinando plenamente la temporada a la media distancia. Este año simplemente me planteo mejorar. Si logro eso, los títulos llegarán solos. La pretemporada ha sido buena, adaptándome a la nueva bicicleta, que para mí era un aliciente. He tenido que trabajar mucho en el gimnasio y poco a poco me he ido adaptando hasta conseguir sentirme cómoda en ella para poder correr bien. Creo que será un buen año.
- ¿Cómo se sintió al ser la persona más influyente en el mundo del running en 2015 y al estar en el 'Top 100' de mujeres líderes en España en la categoría de cultura?- Fue una sorpresa para mí, sobre todo, porque había mujeres de renombre, pero a la vez pienso que si estoy ahí es por algo. Saber que puedo ayudar a los demás a realizar de una manera correcta su práctica deportiva o su nuevo deporte que quieren integrar en su día a día es muy gratificante para mí.
- ¿De dónde le viene la faceta solidaria a María Pujol? Pues, ha colaborado con la Fundación Vicente Ferrer o la de Sandra Ibarra...- Quizás, gracias a personas que influenciaron en mí y me hicieron ver la problemática. Pude ver que a través del deporte podía concienciar a las personas y hacer que entre todos consiguiéramos retos, como cuando crucé el estrecho a nado junto a otras tres andaluzas más para la creación de una escuela en la India.
- ¿Cree que en el mundo del triatlón la mujer lo tiene más difícil?- En el triatlón no, porque Marisol Casado, que es la presidenta de la ITU, y Ana Burgos trabajaron mucho por la igualdad entre mujeres y hombres en el triatlón. Lucharon para que seamos iguales, para que seamos deportistas. Pero hay otros deportes que sí, por ejemplo, el ciclismo. Hay mucho camino por hacer, pero poco a poco vamos creciendo con el apoyo de deportistas y con vuestro apoyo lograremos que todos seamos deportistas sin género.
- ¿Es el ciclismo un deporte machista?- Yo no lo querría denominar como machista, sí transmitir que hay diferencias entre el hombre y la mujer como en los premios en metálico, en las salidas o en competiciones en las que hay premios para todas las categorías y para las mujeres solo para la elite. Hay que evolucionar.
- ¿Repercuten de alguna forma a nivel profesional los cambios hormonales propios de la menstruación?- Por supuesto. Pero bueno, somos mujeres y hay que vivir con ello. También, hay formas de controlar el periodo menstrual, sobre todo, cuando hay grandes citas. Yo hay días que no puedo salir a entrenar de los dolores, pero es algo más de ser mujer.
- ¿Prefiere competir en pareja o en solitario?- Competir en solitario. Me gusta también en pareja porque al final es otro aliciente, la pareja aporta mucho y al final suma, pero prefiero depender solo de mí misma.
- ¿Su mejor competición?- No podría decir solo una.
- Alguna carrera que desearía no haber competido jamás...- En 2008, cuando viajé con otras compañeras a Sudamérica y era con la lucha por puntos para subir en el ranking ITU, porque te ayudaba a entrar en copas del mundo. Fuimos a Honduras a competir y, después de nadar, la bicicleta se me estropeó y no podía arreglarla. Sin poder competir ni conseguir puntos no pude llorar más. La vida te depara cosas y al final es como tú las sepas administrar.
- Después de tantas lesiones, ¿se ha planteado alguna vez retirarse?- Las lesiones forman parte del día a día del deportista, pero claro que me lo he planteado. El día que me retire será cuando mi mente y mi cuerpo no puedan dedicar el 100% para poder rendir.
- ¿Por qué ha decidido quedarse en Sevilla?- Me quedo en Sevilla porque la calidad de vida que tenemos aquí es inigualable.
- Un libro.- La tierra de las mujeres.
- Una frase que le defina...- Sonríe a la vida y exige cada día un poco más.