Tres asuntos trascendentales pendientes de una resolución:
el futuro de Monchi,
la continuidad de Sampaoli y la posible venta a un grupo inversor de parte del capital social del club.
El ´caso Monchi´ se está prolongando excesivamente en el tiempo y, quizás, habría sido más conveniente finiquitarlo al acabar el mercado invernal. Vuelve a sonar con fuerza
su inminente fichaje por la Roma y las preguntas se disparan. ¿Puede fichar para la próxima campaña sabiendo que se va? ¿Tendrá algo que ver el interés de la Roma en Navas con la posible llegada de Monchi al conjunto italiano? ¿Está el relevo preparado en un puesto decisivo -compras acertadas, ventas millonarias- para mantener a la entidad entre los poderosos clubes de Europa? ¿Puede afectar el adiós de Monchi a la continuidad de Sampaoli?
El técnico argentino no escatima en elogios al todavía director deportivo y no termina de manifestar abiertamente que
está feliz en el club, que su futuro no está ligado al de Monchi o que acepta la ampliación que le ha ofrecido verbalmente Castro para centrarse en un proyecto deportivo que le ilusiona. La venta de acciones y
la guerra fría para controlar el Sevilla constituyen un tercer problema vital que se escapa a las atribuciones del presidente. El futuro de Monchi y Sampaoli, en cambio, están en su mano y piden a gritos dos decisiones cruciales que frenen la incertidumbre.
Joaquín Adorna
