El director deportivo del Betis y su equipo de trabajo cuestan al club 900.000 euros. ¿Eso es mucho? Para empezar les ahorro el trabajo: por 166,386, casi 150 millones de las antiguas pesetas -otra forma de ver el valor perdido de las cosas-. ¿Caro o barato? Para algunos, una barbaridad, un despilfarro. Para quien suscribe, barato si la apuesta sale bien. Es más, baratísimo si Macià es capaz de fabricar la tabla de salvación que necesita el Betis: comprar bien y vender mejor.
Vistas las cuentas del club, sabiendo que su futuro depende de permanecer en Primera para ingresar casi 40 millones euros por derechos de televisión; sabiendo que los ingresos por abonados no llegan a los 7 millones, aunque esa afición tiene un valor inmaterial incalculable; sabiendo que el marketing rondará los 6 ´kilos´, también en Primera; o que por taquilla no se llega a los 2... pues ya saben que el club ingresa, en el mejor de los escenarios, los 50 millones presupuestados, que son los mismos que necesita para tener una plantilla digna y para pagar todos los gastos que la actividad diaria genera.
En ese escenario, ¿dónde están los ingresos atípicos? Si miramos al Sevilla, en el tantas veces venerado, y con razón, Monchi. En el Betis, de momento, en la esperanza de que Macià sea capaz de imitar en algo al de San Fernando. No le den más vueltas que no hay más. Bueno quizás sí: la cantera, apartado en el que el Betis gastó el pasado año 3,45 millones de euros y en el que están incluidos los 900.000 euros de Macià y todo su equipo, ojo, todo su equipo. No hay otro camino. Invertir en tus promesas, con convencimiento real, y en una secretaría técnica potente, con los mejores recursos técnicos y humanos, capaz de encontrar en el mercado los que otros no ven. Este año Macià ha trabajado con la herencia envenenada del año anterior, jugadores con derechos salariales adquiridos. En el próximo conoceremos su verdadero valor.
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