Una fuerte inversión no garantiza, en ningún caso, el éxito en el mercado, pero sí que reduce el margen de error si se invierte con criterio y tras el pertinente y pormenorizado análisis de todas las opciones. El Sevilla lo sabe y ha reservado fondos para la fuerte negociación que requiere el nuevo proyecto para paliar la falta de acierto de cara a puerta que lastró el pasado curso al equipo a pesar de los 22 tantos de Ben Yedder.
Caparrós, una vez rastreado el mercado, ha entendido que para firmar a un 'nueve' de 20 goles deberá tirar de talonario sin salirse obviamente de los márgenes que permiten al club mantener el equilibrio económico necesario para no abrir un agujero en su estabilidad financiera. Por ello, ha presupuestado un desembolso de 20 ó 25 millones para dotar a Pablo Machín del delantero de referencia que precisa su estilo de juego.
Lo cierto es que el acierto en este asunto puede resultar fundamental para el devenir de la nueva era y de ahí que el director de fútbol huya de cualquier precipitación a la espera de que sus principales objetivos entren en los parámetros establecidos.