Era
la opción número uno de Miguel Torrecilla para reforzar el puesto de central zurdo en el pasado mercado invernal. Tanto es así, que esperó semanas para mover otros nombres, a la espera de que el
Stoke City le dejase salir y ya
manteniendo un acuerdo, en forma de cesión (el Betis sólo manejaba 1,5 kilos para la operación), con el agente del futbolista. Pero
Marc Muniesa finalmente no llegó. Le cerró la puerta su entrenador, un
Mark Hughes con el que el zaguero catalán no debe de estar muy contento.
"Marc está un poco frustrado. Lleva aquí cuatro años y es uno de los primeros jugadores que traje y que lo ha hecho excepcionalmente bien. He tenido una conversación con él y ahora
depende de mí hacerle feliz,
darle partidos para que sienta que está contribuyendo. Nos vienen muchos partidos ahora y ahí veremos cómo se desarrolla todo", dijo el
20 de enero Hughes, tras comunicarle definitivamente a Muniesa su decisión.
El caso es que el entrenador del Stoke
no ha cumplicado con su palabra. Y no es la primera vez. Muniesa, que ya pidió marcharse el pasado mes de agosto,
no juega con los
Potters desde el ya lejano 17 de diembre, unas veces por quedarse en el banquillo y otras, en la grada. Es decir, que, pese a tener contrato hasta el 30 de junio de 2019,
su salida en verano está cantada. Él propio jugador ya lo adelantó, no por casualidad, el mismo día que habló Hughes del asunto, el 20 de enero, tras aquella conversación definitiva que tuvieron ambos: "
Sé que el Betis sigue estando interesado, como también otros clubes, así que si no juego en el Stoke tendré que buscar una salida. Ahora, sin embargo, lo veo difícil porque desmontaría al equipo. Lo estamos intentando pero creo que
será más fácil cambiar de aires en el mercado de verano, cuando todos los clubes tengan tiempo de construir sus plantillas de inicio".
La cuestión es si Torrecilla, tras hacerse con
Alin Tosca, sigue pensando en fichar a Muniesa. A día de hoy,
nuevos contactos no ha habido, pero el catalán sigue
encantado con la posibilidad de
jugar en el Betis, de
vivir en Sevilla. En la capital hispalense
tiene familia cercana, a la que aprecia y a la que visita con regularidad en una calle muy céntrica. Y, además, el zaguero ha tenido descendencia recientemente y
quiere trasladar a su familia a España, donde la vida es más cómoda y agradable.
Barcelona y Sevilla, como lugares favoritos.
Espanyol o Betis. Ahí estaba el quid de la cuestión en enero y quizás vuelva a estarlo cuando se reabra el mercado. De Torrecilla depende, aunque primero el director deportivo verdiblanco
deberá concretar quién será el entrenador. Víctor, quien le pidió la llegada de un central zurdo, cada día cuenta con menos adeptos en el club.
Carlos Pérez4 min lectura