Ricardo Oliveira, Edu Schmidt, Marcos Assunçao, Iriney Santos... a lo largo de la historia reciente, muchos han sido los brasileños que lograron
triunfar vistiendo la elástica de las trece barras, algo que ayudó, y de qué manera, a que entre 1998 y 2014 siempre hubiese al menos un representante 'canarinho' en las filas del conjunto heliopolitano.
Sin embargo, los futbolistas seleccionables por la 'Verdeamarelha' son víctimas de una
curiosa maldición en La Palmera, ya que ninguno ha logrado triunfar como bético tras haber jugado única y exclusivamente en su país. Se trata de una tendencia que arrancó a finales de los 50, con un
Pessanha que nunca tuvo sitio y un
Moreira que pese a destacar acabó sin jugar víctima de una morriña que le hizo comprar su libertad después de quedarse una campaña en blanco (la 59/60). Después, le pasaría lo mismo a
Liert entre 1962 y 1965, dejando mil polémicas y peleas en el camino.
Ya en los 90, todo un 'galáctico' como
Denilson pagó demasiado caro sobre el césped el altísimo precio de su fichaje, al tiempo que
Jaques pasó casi de puntillas y a
Ivonaldo apenas le dieron tiempo a vestirse de corto. Más tarde, a
Fabao,
Tardelli y
Lima tampoco les sonrió la suerte en el Betis, igual que a un
Sobis del que siempre se esperó mucho más de lo que dio. Ahora,
Petros intentará desafiar esa maldición y cambiar para siempre la historia.
Pessanha: Llegó en 1958, procedente del Gremio de Porto Alegre y firmó por tres temporadas. Sin embargo, este medio, pese a su condición de internacional, jamás logró hacerse con un sitio. Fue cedido a mitad de curso al Sabadell y rescindió al verano siguiente.
Moreira: Procedente de Vasco de Gama, se convirtió en bético durante el verano de 1958. Brilló con luz propia durante su primera campaña en Heliópolis (26 duelos y siete goles), pero poco después forzó su salida, que no se haría efectiva hasta agosto de 1960.
Liert: Se quedó a las puertas de firmar por el Barça en 1962 y acabó recalando en el Betis, donde protagonizó continuas polémicas con la directiva que le impidieron triunfar pese a tener cualidades de sobra para hacerlo. Se marchó en 1965 rumbo al Racing.
Denilson: En 1997, se convirtió en el fichaje más caro de la historia, lo que hizo que las expectativas en torno a él fuesen elevadísimas. Para su desgracia, nunca estuvo a la altura de ellas, ya que era bueno, pero no el ´mega crack´ que muchos creían que sería.
Jaques: Abandonó Gremio en 1998, firmando por un Betis en el que apenas contó. Sólo disputó cinco partidos (cuatro en Liga y uno en Copa) y muchos le recuerdan todavía por dedicarle a Dios su único gol como verdiblanco, que llegó frente al Villarreal.
Ivonaldo: Procedente del Uniao Sao Joao, de la Segunda brasileña, estuvo a prueba durante el verano de 2000, disputando incluso un amistoso frente al Flamengo. Allí evidenció sus carencias y que no tenía nivel para jugar en España, volviendo a su país.
Fabao: La cesión de Denilson al Flamengo en 2000 deparó su fichaje por el Betis, donde no gozó de continuidad en el eje central de la zaga, ya que Belenguer y Rivas eran indiscutibles. En la 01/02, la suerte tampoco le sonrió en las filas del Córdoba.
Tardelli: La grave lesión de Ricardo Oliveira durante la 05/06 obligó a buscar refuerzos en el mercado invernal. Así, llegó a Heliópolis Diego Tardelli, que vino del Sao Paulo. Su aportación se redujo a 18 encuentros y sólo un tanto, frente al AZ en la UEFA.
Sobis: En 2007, el Betis apostó fuerte por él, firmándole por ocho años. Ya era internacional con Brasil y se esperaba que fuese un ´crack´ mundial. Sin embargo, le pesó la presión y en sus dos cursos como verdiblanco (de 2006 a 2008) cumplió, pero poco más.
Lima: Dejó el Atlético Mineiro en 2007 para apuntalar la defensa heliopolitana, donde las lesiones y la falta de oportunidades terminaron por desesperarle. Para colmo de males, su salida acabó en los tribunales, reclamando que su despido fue improcedente.