Ocurrió en su día con
Pozuelo, al que hubo que dejar marchar finalmente al
Swansea y pactar una indemnización (de
590.000 euros, en concreto), pese a la existencia de una cláusula unilateral por parte de la entidad hispalense que, en teoría, permitía ampliar la vinculación una temporada más. Entonces, los asesores del trianero deslizaron la posible irregularidad de este blindaje a ojos de la
FIFA, por lo que el
Betis hizo bien en no forzar mucho más la situación, que tenía pinta de acabar en los tribunales.
Hoy día, la renovación de
Dani Ceballos se encuentra a punto de caramelo, si bien la agencia que lo representa, distinta a la del ahora rayista, tampoco está de acuerdo con el contrato del mediocampista utrerano, secuela de etapas anteriores, por lo que el aumento del precio de su rescisión (sin uno aparejado en cuanto a sueldo) y la prolongación hasta
2017 podrían quedar en entredicho.
Además, la directiva que encabeza
Juan Carlos Ollero no solamente se muestra disconforme con esa presunta fragilidad del acorazamiento a sus canteranos, sino que está empeñada en que ninguno vuelva a aparecer en el primer equipo sin estar atado y bien atado por parte de la entidad verdiblanca, que ya trabaja en la adecuación de la política actual a este respecto. La idea es reconocer enseguida los méritos contraídos por los chavales, haciendo crecer sus emolumentos y su estatus de manera progresiva dentro del vestuario, sin descuidar los
años de relación y las
cláusulas de rescisión. En otras palabras: que las ´perlas´ estén contentas, que se sientan cada vez más valoradas, siempre y cuando el club no salga perdiendo en otros apartados.
Un ´quid pro quo´ en toda regla que tomará como referencia el contrato que, salvo sorpresa, firmará esta misma semana el alumno más aventajado de
Los Bermejales. Los ´
Ceballos´ que se avecinan, con
Marco Rosa,
Pibe o
Toni Robaina como exponentes destacados dentro de ese perfil de medios creativos, deberían heredar próximamente esta modernización de las condiciones generales en las relaciones entre cantera e institución.
El primer beneficiado, según ha podido conocer
ESTADIO Deportivo, es
Fabián, a quien una inoportuna fractura en la base del quinto metatarsiano del pie derecho impedirá ya cumplir con el requisito pactado en su renovación del verano pasado. Entonces, el prometedor centrocampista zurdo de
19 años recién cumplidos quedó amarrado hasta el
30 de junio de 2017, con una
ficha baja que se veía incrementada cada vez que contara para el primer equipo. De disputar un número determinado de encuentros, ascendería un
escalón salarial, obtendría un dorsal del A el próximo curso y ampliaría su vinculación una cuarta campaña. Aunque el palaciego no podrá lograrlo en el campo, el
Betis ha querido premiar su implicación todos estos meses, desde que
Merino obró su promoción y
Mel la ratificó, considerando a todos los efectos que las condiciones se han satisfecho. Así, el ´
52´ tendrá desde este mismo ejercicio esa subida de sueldo, con la consabida prolongación hasta
2018.