El nombre y el rostro de
Fabián Ruiz Peña está comenzando a ser reconocido por el gran público. Sin embargo, a quienes le conocen desde pequeño y le han seguido no les sorprende. A sus 18 años, es una de las irrupciones más fuertes del
Betis B de
Juan Merino, constatando la calidad y el potencial que lleva en sus botas.
Realizó la pretemporada con el filial, aunque comenzó jugando en el
División de Honor Juvenil. De hecho, fue protagonista en el derbi anotando un gol, pero su progresión ha hecho que sume ocho encuentros con el equipo dirigido por Merino, los últimos seis como titular.
Desde que ingresó en la cantera del
Betis, procedente de la
Escuela de Fútbol La Unión de Los Palacios, como benjamín de primer año (2004/2005) su calidad sedujo a todos. En aquella época se entrenaba con el
Betis, ya que la entidad verdiblanca no disponía de equipo de su edad, pero desde el segundo año benjamín comenzó a defender la elástica del cuadro verdiblanco.
Desde entonces, llamaba la atención tanto por su sobresaliente capacidad técnica como por su pequeña estatura, que no hacía presagiar el 1,85 metros actual. Su físico fue el único bache que tuvo que superar. Le costó el paso del fútbol 7 al fútbol 11, en plena etapa de crecimiento (aseguran que en seis meses llegó a crecer 30 centímetros), un cambio espectacular que le produjo problemas en la coordinación. Su rendimiento se resintió, sobre todo, en el primer año infantil, pero pronto corrigió este contratiempo y prosiguió quemando etapas.
Otro bache que superó fue el pasado año. Se incorporaba al
División de Honor Juvenil de Gustavo Sánchez procedente de una magnífica temporada con
José Tadeo Martín en el
Preferente Juvenil, proclamándose campeón con quince puntos de diferencia respecto al
Sevilla. El palaciego notó el saltó de categoría, al igual que
Dani Ceballos, compañero suyo en ambos equipos, pero una vez adaptado al ritmo de la competición continuó destilando su clase y categoría.
En este momento destaca como centrocampista adelantado, por delante de
César de la Hoz y acompañando a
Carlos García en posiciones más ofensivas. Puede brillar tanto en ese sistema como doble pivote en un 1-4-2-3-1. Mediocentro elegante, de gran calidad y zurdo, no son pocos los comentarios que le comparan por su estilo al exmadridista
Fernando Redondo. A ello le une una generosa capacidad de trabajo, gran golpeo de balón y buen remate de cabeza. En el plano personal destacan que “tiene un nivel humano espectacular”, es honesto y hace grupo. Natural de
Los Palacios, estudia segundo de Bachillerato en
Utrera.
Por todo ello, el
Betis lo tiene bien atado. Firmó contrato profesional hasta la campaña 2016/2017, más una tercera temporada opcional.