No hace falta ser un adivino para saber que en enero vendrá algún refuerzo al Sevilla. Y tampoco hay que hacer malabares mentales para dilucidar las posiciones que se cubrirán. Ayer, Sampaoli anunciaba que habrá "una o dos incorporaciones" para "mejorar la plantilla" cuando la realidad es que más que mejorarla lo que necesita es equilibrarla y solucionar dos problemas que el técnico argentino ha tenido que solventar con parches en estos últimos meses de competición y que no deberían darle quebraderos de cabeza cuando llega la parte trascendental de la temporada.
El primero es el delantero. La ausencia de Carlos Fernández y de un referente le ha obligado a jugar con un solo punta desde octubre cuando estaba empezando a probar con éxito hacerlo con dos (no lo ha hecho desde el partido ante el Leganés). Y el segundo es el lateral zurdo, donde sólo tiene a Escudero (Trémoulinas no parece que vaya a contar) y cada vez que falta, como ocurre hoy, tiene que ´inventarse´ un carrilero. Vitolo, Mercado... lo han sufrido.
Todas las demás 'mejoras', que hacen menos falta pero sí harían crecer el plantel, pasan porque salga alguien. Pasan porque pueda venir otro central por Kolo o Carriço, otro mediapunta por Kiyotake, un nuevo mediocentro como Parejo que acompañe a N'Zonzi... futbolistas que sí mejorarían, como Sampaoli quiere, el equipo, pero cuya presencia no es trascendental.